martes, 23 de agosto de 2011

La voz a ti debida

 
 


 
No quiero que te vayas
dolor, última forma
de amar. Me estoy sintiendo
vivir cuando me dueles
no en ti, ni aquí, más lejos:
en la tierra, en el año
de donde vienes tú,
en el amor con ella
y todo lo que fue.
En esa realidad
hundida que se niega
a sí misma y se empeña
en que nunca ha existido,
que sólo fue un pretexto
mío para vivir.
Si tú no me quedaras,
dolor, irrefutable,
yo me lo creería;
pero me quedas tú.
Tu verdad me asegura
que nada fue mentira.
Y mientras yo te sienta,
tú me serás, dolor,
la prueba de otra vida
en que no me dolías.
La gran prueba, a lo lejos,
de que existió, que existe,
de que me quiso, sí,
de que aún la estoy queriendo.
-Pedro Salinas-


Realmente no quiero olvidarte, incluso si duele un poquito a veces. Aunque pensándolo bien el dolor no es sino otra forma de recordarte; distinta, pero otra forma igualmente. Y lo que no querría nunca, por encima de todo, sería no recordarte. Porque recordarte un poco (o un mucho) cada día es recordar la felicidad personificada; la pasión en cada cosa; la alegría de haber estado viva para haberte conocido, y de esa manera darme cuenta a la vez de lo viva que se puede estar.
Y simplemente me conformo con saber que estás, que eres, y que por muy alejado que parezca, en realidad estás ahí, a unos km, a sólo 2 horas, a una sola llamada por si me muriera y quisiera escuchar tu voz, porque seguro que querría.


es tan poco...





Lo que conoces
es tan poco
lo que conoces
de mí
lo que conoces
son mis nubes
son mis silencios
son mis gestos
lo que conoces
de mí
lo que conoces
es la tristeza
de mi casa vista de afuera
son los postigos de mi tristeza
el llamador de mi tristeza.

Pero no sabes
nada
a lo sumo
piensas a veces
que es tan poco
lo que conozco
lo que conozco
de ti
lo que conozco
o sea tus nubes
o tus silencios
o tus gestos
lo que conozco
es la tristeza
de tu casa vista de afuera
son los postigos de tu tristeza
el llamador de tu tristeza.
Pero no llamas.
Pero no llamo.


 
-Mario Benedetti-



lunes, 22 de agosto de 2011

me quiero comer tu sonrisa


Cuando estuve en el mar era marino
este dolor sin prisas.
Dame ahora tu boca:
me la quiero comer con tu sonrisa.

Cuando estuve en el cielo era celeste
este dolor urgente.
Dame ahora tu alma:
quiero clavarle el diente.

No me des nada, amor, no me des nada:
yo te tomo en el viento,
te tomo del arroyo de la sombra,
del giro de la luz y del silencio,

de la piel de las cosas
y de la sangre con que subo al tiempo.
Tú eres un surtidor aunque no quieras
y yo soy el sediento.

No me hables, si quieres, no me toques,
no me conozcas más, yo ya no existo.
Yo soy sólo la vida que te acosa
y tú eres la muerte que resisto.

-Jaime Sabines-

Si fueras la mitad de guapo... o si simplemente no tuvieras esa gran sonrisa.
Inolvidable sonrisa.
Pongamos que hablo de una tarde de Mayo y de una suerte de examen.




te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado




Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se le puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes como te digo que te quiero cuando digo: “qué calor hace”, “dame agua”, “¿sabes manejar?”, “se hizo de noche”…Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho “ya es tarde”, y tú sabías que decía “te quiero”.)
Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que tu quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar aun panteón.



-Irónicamente la poesía es el peor modo para 'curarme de ti'...  '¿Me preguntas qué es poesía? Poesía eres tú', que diría Bécquer.

La verdad es que después de todo, la nada sigue siendo todo




Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.
Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!».
Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!».
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.
No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)
Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.

'Vida', José Hierro


Potential vs. Realization

THE SHOW MUST GO ON





Con mi música a otra parte.
Lo único que esperaré a partir de ahora, mi música.


sábado, 20 de agosto de 2011

Dime la mitad ... y me puedo morir ya







Estoy, amor, en Sóller.
He venido en el tren.
Escribo una postal
y la meto en el sobre.
Recuerdo aún tu nombre
y el Apartado 3
de Correos de un pueblo
donde nunca estaré.
Ven a salvarme, amor:
he naufragado ya.
Escribo con mi sangre
en un feble papel.
La botella está rota
y no lleva tapón.
La mar está movida,
se acerca el huracán.
Ven a salvarme, amor.
Iván Tubau


Llega el día... Waiting for so long. Dame suerte. Sólo dime la mitad...

martes, 16 de agosto de 2011

Qién lo iba a decir?



Ésta eres tú. Los ojos cerrados bajo la lluvia.
Nunca te imaginaste así.
Nunca te habías visto como una de esas personas a las que les gusta la luna o pasan horas contemplando el mar o una puesta de sol. Seguro que sabes bien de qué te estoy hablando. O tal vez no.
Da igual.
A ti te gusta estar así.
Desafiando el frío.
Sintiendo como el agua empapa tu camiseta
y te moja la piel
y notar como el agua se vuelve mullida bajo tus pies
y...
el olor
y el sonido de la lluvia al golpear las cosas.
Todas esas cosas que dicen en los libros que no has leído.
Ésta eres tú.
Quien lo iba a decir...
...Tú.

-Sólo sentir-